04 de octubre de 2023
Teruel, escenario de rodaje de «Cariñena, vino del mar»
El rodaje de la película «Cariñena, vino del mar», dirigida por el zaragozano Javier Calvo y producida por Varykino Films ha llegado a un entorno natural incomparable como el que ofrece la cascada del Molino de San Pedro, ubicada en el municipio turolense de El Vallecillo, en el corazón de la Sierra de Albarracín.
Una obra dramática ambientada en la década de los 70 basada en la novela autobiográfica homónima de Antón Castro, premio Nacional de Periodismo Cultural, en la que el autor relata sus propias experiencias en la España de la transición. Y lo hace en otros escenarios ubicados en la provincia de Teruel como Báguena, Castejón de Tornos, Tornos o Luco de Jiloca tan solo una semana después de filmar en Cariñena.
Se trata de una ‘road movie’ de iniciación en la que caminan de forma paralela la transición de un país con la de la vida adulta que sufre un joven ingenuo que aspira a convertirse en escritor. Pero, ¿por qué Teruel? “Estoy enamorado de esta tierra. He conocido el territorio profundamente a raíz de la serie documental que dirigí ‘Sin Cobertura’. Y me apetecía mucho rodar en la Sierra de Albarracín, un lugar de una belleza serena, que conozco y visito a menudo”, explica Calvo.
Teruel no solo se cuela a través de la pantalla como escenario de lujo sino que cuenta además con una buena representación tanto en el elenco como en el equipo técnico de la película. Por ejemplo, el director de fotografía, José Manuel Fandos; el equipo de arte, dirigido por Arkady Gil; o Cristina Casero, dentro del departamento de producción. También los actores Nacho Rubio y Blanca Lainez son turolenses. Comparten pantalla con Diego Garisa -que da vida a Antón Castro- o Itziar Miranda -que interpreta a Palmira-.
“Rodar en Teruel es un auténtico gusto. Se dice mucho que Aragón es tierra de cine, pero sin duda Teruel es un lugar por descubrir como plató”, reivindica Javier Estella, director de producción, que destaca sobre todo el apoyo que han recibido del municipio de El Vallecillo: “Han sido todo facilidades, hemos llegado con un equipo de más de 40 personas, y hemos llenado literalmente el pueblo”.
Y sino que se lo pregunten a Óscar Giménez, alcalde de la localidad turolense de 33 habitantes. “Ha habido más gente que en todo el invierno”, bromeaba. Sin embargo, esta pequeña revolución cinematográfica ha sido más que bienvenida. “Para nosotros supone dar a conocer la zona, mueve la economía y nos permite mantener los pocos servicios que tenemos. Nuestro objetivo ha sido en todo momento ayudar en lo que se pudiera”, añadía.
El equipo de rodaje ha supuesto la reapertura de establecimientos que permanecían temporalmente cerrados como el albergue, el bar o el restaurante. Y es que, a nivel turístico, este tipo de actividades tienen un gran impacto. Así lo aseguraba Marta Sancho, diputada de Turismo de la Diputación Provincial de Teruel. “A través de la Teruel Film Commission se gestiona todo lo necesario para que puedan venir estas producciones, desde la tramitación de permisos, el primer contacto con los ayuntamientos o todo lo referido a alojamientos y restauración. Un rodaje permite fijar ese beneficio económico en territorios con menos recursos, como en este caso, así como dotarle de mayor visibilidad”, admite.
“Consideramos que estos rodajes tienen bastante importancia porque, aparte de generar riqueza en el territorio, dan a conocer el valor de una provincia que cuenta con numerosos recursos que se pueden aprovechar para este tipo de eventos”, afirma Rafael Samper, vicepresidente segundo de la DPT, que asegura que “Diputación los seguirá apoyando mientras generen riqueza y fijen beneficios en el territorio”.
Hasta principios del mes de noviembre, el equipo de la película -prácticamente aragonés en su totalidad- tomará además diversos escenarios de Zaragoza capital y varios pueblos de la Comarca Campo de Cariñena. Algunos de ellos serán Aguarón, Paniza, Cosuenda, Longares, Almonacid y la propia localidad de Cariñena. “He trabajado muchos años fuera, y tenía muchas ganas de volver a casa, la verdad”, reconoce Calvo, emocionado.
Producida por Varykino Films y Aragón TV, cuenta con la colaboración de la Denominación de Origen Cariñena así como el apoyo de los Fondos FITE, el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Ayuntamiento de Cariñena. Además, en la búsqueda de localizaciones han colaborado Aragón Film Commission y Teruel Film Commission.