02 de diciembre de 2010
Bodegas Virgen del Águila se presentó a la sociedad bilbaína con dos de sus vinos más premiados
Ayer tuvo lugar en el Hotel NH Villa de Bilbao la tercera de las cuatro grandes catas con las que la Denominación de Origen Cariñena está promocionando, desde el mes de marzo, sus mejores vinos en la capital vizcaína.
Tras el éxito de las dos primeras catas, protagonizadas por Bodegas San Valero y Grandes Vinos y Viñedos en los meses de marzo y agosto respectivamente, Bodegas Virgen del Águila ha continuado con estas actuaciones presentando sus mejores vinos a la sociedad bilbaína. Dos de los caldos que se cataron, el Val de Paniza Tinto 2009 y el Jabalí Rosado 2009, han obtenido la medalla de oro en importantes concursos internacionales durante 2010 y varios galardones de plata. El 3 de febrero del próximo año Covinca cerrará la participación de la D.O. en estos tradicionales encuentros.
Bodegas Virgen del Águila, enmarcada en la zona productora de vinos del norte de España, se encuentra ubicada en la localidad zaragozana de Paniza. Produce cerca de 10 millones de litros de vino y dispone de la más moderna tecnología de elaboración, además de una nave de crianza con más de 13.000 barricas de roble.
El menú, maridado con cuatro de sus mejores vinos, estuvo compuesto por un aperitivo, un entrante, una carne, un pescado y dos postres a elegir. El menú y los caldos seleccionados son los siguientes:
– El aperitivo consistió en un caldo de garbanzos con mousse de morcilla y espinaca crujiente y como entrante se ha elegido una emulsión de coliflor con boletus salteados y polvo de nueces. Estos dos primeros platos estuvieron acompañados de un Val de Paniza Tinto 2009. Se trata de un vino de color picota con tonos violáceos. Posee un aroma intenso de frutas maduras como las moras y las cerezas negras. En boca es suave, equilibrado y carnoso.
– Taco de salmón salvaje asado con estofado de potxas y pulpo y aceite de pimentón servido con un Jabalí Rosado 2009. Es un vino muy vivo y sabroso, con aromas a frambuesa, fresa, pétalo de rosa y con toques de cereza.
– Costillar de cerdo ibérico confitado con su panceta y crema confitada servido con un Crianza 2007. Un caldo de color rojo cereza madura con tonos violáceos y ligeros teja con aromas de fruta roja y negra madura, regaliz y balsámicos. En boca es suave, estructurado y carnoso.
– El postre consistió en un dulce de dos chocolates juntos y revueltos y unas frutas en sopa de romero, piña helada y costrones de bizcocho acompañados de un Esencia Blanco 2009. Este vino posee un color amarillo paja pálido con tonos verdosos. Aroma intenso de frutas tropicales, manzana y fresa con claros y sutiles florales. En boca se presenta alegre, sabroso, con rico retronasal y largo posgusto.