20 de julio de 2009
Cariñena ha acogido la presentación de las herramientas contra fraudes y falsificaciones del centro técnico operativo del vino
Este martes, 21 de julio, a las 12,00 horas, las bodegas de las tres denominaciones de origen de la provincia de Zaragoza –Cariñena, Campo de Borja y Calatayud- se han dado cita en el Salón de Actos del Museo del Vino del municipio cariñenense en la presentación del Centro Técnico Operativo del Vino, cuyo fin es garantizar la marca, la trazabilidad y la seguridad del vino.
En la actualidad, el mercado del vino es cambiante, complejo y global. En este contexto, que atrae también al fraude y la falsificación, el Centro Técnico Operativo del Vino pone a disposición de los productores diferentes herramientas de garantía: una etiqueta de seguridad con un código visible universal asociado, un sistema de garantía de conformidad y de origen, así como la integración de los diversos procesos.
España, que acaba de convertirse en el segundo exportador de vinos de mesa envasados del mundo, es uno de los países amenazados por el fraude. Consciente de lo que se juega el sector en el mercado exterior, el Centro Técnico Operativo del Vino (CTOV) está investigando sobre una etiqueta que garantice la calidad y trazabilidad del producto y que colme las expectativas de los bodegueros españoles que desean crear un gran nivel de percepción de calidad para su producto embotellado.
El costo para los productores de protegerse del fraude según el Centro Técnico Operativo del Vino (CTOV), filial de la multinacional suiza SICPA, especializada en tinta de seguridad para billetes de banco y documentos en los cinco continentes, será de tres céntimos de euro por botella en el mercado. El proyecto genuino para España es una etiqueta que aprovecha los conceptos de seguridad de otros sectores, como el de óptica variable de los billetes de banco, con una combinación de dos tintas. El sistema incorpora un código invisible, encriptado entre la cápsula y el gollete de la botella, que queda activado en el momento en que el vino es embotellado y que se imprimirá en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Este código contendrá la información que quieran incluir los bodegueros, accesible a través de una página web.
Pierre Delval, asesor antifalsificaciones de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y miembro de la Comisión de Tráfico Ilícito del Foro Económico Mundial, asegura que “fraudes y falsificaciones están a la orden del día en todas las regiones del planeta, sin respetar ni a los productores ni a las personas” y recuerda que el vino no es una excepción en esta tendencia, cada vez más generalizada. El fraude en el ámbito agroalimentario alcanzó en 2008 un total de 500.000 millones de euros. Para Deval, este novedoso sistema no es sólo una etiqueta de seguridad sino que es el medio para que cualquier persona tenga garantías de que el vino que va a consumir es el que espera.