Esta pequeña localidad es un bonito enclave a orillas del río Huerva y rodeada de monte, idónea para disfrutar de paseos y excursiones, como la subida la ermita de Santa Quiteria, entre carrascas y pinares, que ofrece excelentes panorámicas.
El casco urbano ha conservado su urbanismo típico. Se mantienen también restos de la iglesia de San Miguel Arcángel, un edificio mudéjar en el siglo XVI, reaprovechados cuando se levantó el actual edificio.